EL
DIÁLOGO
Siguiendo
una metaestrategia conversacional en una teoría pragmática
Por
Fernando Saad
Desarrollo
Uno
de los hallazgos más interesantes en el estudio del diálogo, si
bien no se refiere al mismo de forma específica sino a la
experiencia discursiva, es la propuesta de Deborah Tannen. Esta
autora consigue en el estudio comunicacional una profundidad que
aborda el sentido y significantes del diálogo, desarrollando la
escena como una posibilidad de complejidades insospechadas.
En
comparativa con el diálogo de una obra dramática o novelística, la
autora describe la conversación natural como algo que asombra a
partir de lo inesperado. El diálogo en este modelo, como constructo,
si bien puede basarse en lo artificial, cuando se supone complejo
representa un esquema internalizado para la producción de
conversación, en un modelo al cual los interlocutores tienen un
acceso especial.
Por
tanto, cuando exponemos este sistema en el cual la internalización
del esquema no puede obviar al espectador, advertimos que necesitamos
plantear los parámetros que pueden utilizar los personajes como
punto de referencia. Así concebiremos las formas de realizar
contribuciones y los valores extralingüísticos que pondremos en
juego. Es decir, de qué clase de conversación se trata, cuál es
el conocimiento que cada participante tiene de su interlocutor, y qué
es lo que hay que comunicar. Además concebimos qué modalidad de
comunicación se estima como estilo normal de cada hablante, qué se
puede esperar de cada uno de ellos a partir del conocimiento previo y
los supuestos basados en el sexo, la edad, posición social, etc.
Dentro
del modelo analítico, concebimos las actitudes o formas generales de
comunicación entre personajes, definidas en base a:
- Distancia
- Deferencia
- Camaradería
- Claridad
Estas
formas se definen con gran intensidad en las formas pragmáticas,
donde a partir del planteo de las estructuras superficiales o
explícitas diseñamos una relación directa con las estructuras
profundas.
Deborah
Tannen establece su estudio en base al modelo de Secretos
de un matrimonio (Ingmar
Bergman), donde se presenta como estrategia dramática del diálogo
una cooperación entre los personajes principales (el matrimonio de
Johan y Marianne) la evitación para abordar las profundas
diferencias e insatisfacciones, mientras mantienen la ilusión de una
comunicación.
Dentro
de los modelos pragmáticos expuestos en el filme, encontramos la
tres formas funcionales del desarrollo dialógico:
Sinonimia
Pragmática o paráfrasis:
los personajes emplean diferentes recursos linguísticos para lograr
fines similares.
Homonimia
pragmática o ambigüedad:
emplean recursos linguísticos similares para lograr fines
diferentes.
Identidad
pragmática:
Emplean el mismo recurso dirigido a los mismos fines.
Modelos
pragmáticos en Secretos
de un matrimonio
El
director sueco Ingmar Bergman filma en 1973 un filme para televisión,
dividido en seis escenas principales, que supondrían los diferentes
envíos televisivos. Con ánimos de una distribución internacional,
finalmente consigue enlazar las partes en un filme de largometraje,
de menor duración que la serie original pero conservando su esencia.
A
lo largo de sus diferentes escenas el filme cuenta la historia de
aparente tranquilidad de un matrimonio acomodado. Lentamente, y
aunque sus protagonistas se esfuercen en esconder, disimular o
plantear lo que realmente les sucede, las verdades se descubren, y el
matrimonio, partir de una infidelidad, finalmente se convierte en
alejamiento y separación.
Paradójicamente,
con el correr de los años, los protagonistas se encuentran
nuevamente, aunque en esta ocasión como amantes.
El
guionista y director sueco pone en escena todos sus recursos
dramáticos heredados del teatro, centrando la acción en los
diálogos entre los dos protagonistas. A partir de estas escenas
desarrolladas, analizaremos los modelos pragmáticos.
Sinonimia
pragmática
En
la tercera escena del filme (Paula), Johan y Marianne evitan la
confrontación. Cuando él regresa de su casa de campo y está a
punto de decirle que está por dejarla, Marianne esquiva el
enfrentamiento con verborragia, y él lo hace con pontificación.
MARIANNE
I
feel it anyway, let me tell you. Sometimes everything seems utterly
pointless. Whay should we grudge ourselves all the good things of the
world? Why can´t we be big and fat and good tempered aunt Miriam and
uncle David? They were perfect dears and got along so well together,
and they were so fat! And every night they lay there in the big
creaky double bed, holding hand and content with each other just as
they were, fat and cheerful. Couldn´t you and I be like aun Miriam
and uncle David and go aroun looking comfortable and safe? Shall i
take my curlers out?
Johan:
Don´t mind me.
Homonimia
pragmática
Siguiendo
con la tercera escena, donde se comienzan a evidenciar los secretos
guardados, encontramos un modelo claro de ambigüedad pragmatica.
MARIANNE
Do
you want a divorce? Are you going to marry her? Anyway, why do you
have to tell me about this tonight of all times? Why the sudden
hurry?
JOHAN:
Do you know how long I ´ve had this in mind? Can you guess? I don´t
mean about Paula, but about leaving you and the children and our
home. Can
you guess?
En
ambas escenas podemos evidenciar las formas y modelos de acercamiento
o alejamiento entre los personajes. El uso de preguntas, por ejemplo,
como recurso, es superado por otras formas de acceso a la información
buscada. En todo caso las preguntas son retóricas, buscando repeler
el intercambio.
En
la superficie, cuando los personajes se hacen preguntas, se muestra
una aparente armonía, que posteriormente se resignificará en el
desarrollo del conflicto del filme. Por ello, todo ocurre, develando
la potencialidad de la pragmática, en estos niveles (lo explícito y
lo implícito), en tanto se puede establecer de este modo una
profundidad temática y del universo personal de los protagonistas.
*Textos:
Debora
Tannen. GENERO Y DISCURSO. Paidós.
Ingmar
Bergman. THE MARRIAGE SCENARIOS. Phateon
saadfernando@yahoo.com.ar
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